La
honda es una de las
armas más antiguas de la Humanidad. Consiste básicamente en dos cuerdas o correas en cuyos extremos se sujeta un receptáculo flexible desde el que se dispara un
proyectil. Agarrado el artilugio por los otros dos extremos opuestos, se voltea de manera que el proyectil adquiera velocidad y después se suelta una de las cuerdas para liberarlo, alcanzando éste gran distancia y poder de impacto. Los materiales empleados en su construcción son muy diversos, tradicionalmente cuero, fibras textiles, tendones, crin, etc. Los proyectiles pueden ser piedras naturales redondeadas, o labradas con bastante precisión, arcilla cocida o secada al sol, plomo moldeado, etc.