Jairo es uno de los personajes del
Nuevo Testamento cristiano y el protagonista de uno de los episodios más singulares de la narración evangélica: la
resurrección de la hija de Jairo y la
curación de la hemorroísa. Se trata de una tradición sinóptica pues es mencionado en los
evangelios de
Mateo,
Marcos y también en
Lucas. Juan no participa en esta tradición.