Los
movimientos eclesiales son comunidades dentro de la
Iglesia católica que tienen una determinada forma de llevar a cabo o vivir la
fe católica. En ocasiones están dedicadas a la
evangelización y actividad
misionera. Pueden ser denominadas como movimientos laicos, para diferenciarlos de movimientos de religiosos o de vida monástica. Tras el
Concilio Vaticano Segundo se incrementó la aparición de muchos de estos movimientos.