A diferencia de las
esculturas de
bulto redondo (que se esculpen reproduciendo su relieve o
profundidad natural), los relieves están integrados en un
muro, generalmente, o en caso de ser
arte mobiliar, al
soporte que los enmarca. Los relieves son muy comunes, particularmente, como decoración exterior de los edificios monumentales, como los
templos. El
friso del
orden corintio se suele decorar con
bajorrelieves, mientras que el
altorrelieve puede verse en los frontones de templos
clásicos, como el
Partenón.