Se denomina
Santo Niño de La Guardia al caso del presunto asesinato ritual de un niño, cometido por
judíos y
judeoconversos a finales de la
década de 1480 en la localidad de
La Guardia (
Toledo), seguramente inspirado por la
leyenda antijudía llamada
calumnia de la sangre. Por este crimen ritual fueron procesados por la
Inquisición varios conversos, además de dos judíos, procesados por las autoridades civiles, todos ellos quemados vivos en
Ávila el
16 de noviembre de
1491. Se conservan algunos documentos del proceso (especialmente, el proceso completo contra uno de los acusados, Yosef Franco). La mayoría de los historiadores considera que el proceso propició un clima
antijudío, y una indignación que empeoró aún más la relación del pueblo con los judíos. Este crimen fue lo que dio impulso para dictar el decreto de
expulsión de los judíos, que se promulgó solo meses después (en marzo de
1492), siendo uno de los últimos reinos europeos en expulsarlos (el último fue Portugal). Durante el
siglo XVI se desarrolló una
leyenda hagiográfica acerca del Santo Niño, cuyo culto continúa celebrándose en La Guardia.