La
Tercera Guerra Servil, también llamada por
Plutarco Guerra de los Gladiadores y
Guerra de Espartaco, fue la última de una serie de revueltas de esclavos, sin éxito ni relación, contra la
República romana, conocidas en su conjunto como las
Guerras Serviles o Guerras de los Esclavos. La Tercera Guerra Servil fue la única que consiguió plantear una amenaza seria al núcleo de Roma, la provincia de Italia, y fue doblemente alarmante para el pueblo romano por los continuos éxitos de la creciente banda de esclavos rebeldes contra el ejército romano, entre
73 y
71 a. C. La revuelta fue aplastada finalmente en 71 a. C. por la operación militar concentrada de un solo comandante,
Marco Licinio Craso, aunque los acontecimientos siguieron teniendo efectos indirectos en la política romana de los años posteriores.