Una
bóveda, palabra que procede del
Latín volta, es un
elemento constructivo superficial, generalmente elaborado en
mampostería o
fábrica, en el que sus piezas y componentes
trabajan a
compresión. Las bóvedas poseen una forma geométrica generada por el
movimiento de un
arco generatriz a lo largo de un
eje. Por regla general este elemento constructivo sirve para cubrir el
espacio comprendido entre dos
muros o una serie de
pilares alineados. Su problemática constructiva consiste en averiguar el grosor, o resistencia de los muros adyacentes, con el objeto de que puedan soportar el
empuje lateral de las bóvedas que soportan. En muchos casos su superficie posee
nervios en los que se dirigen y concentran las líneas de empuje. A pesar de su uso extendido en la construcción, su funcionamiento no fue comprendido y explicado por la ciencia hasta bien entrados en el siglo XIX.