La
batalla de Corupedio (también llamada Corupedion o Curupedión) fue la última batalla de los
diádocos, los sucesores rivales de
Alejandro Magno. Tuvo lugar en el año
281 a. C. entre los ejércitos de
Lisímaco y
Seleuco I. Lisímaco había reinado en
Tracia durante décadas y también en algunos lugares del oeste de
Turquía desde la
batalla de Ipsos. Poco tiempo antes se había apoderado de
Macedonia. Seleuco reinaba sobre el este de Turquía,
Siria,
Líbano,
Israel,
Irak e
Irán. No se sabe casi nada de la batalla misma, excepto que ambos reyes, que ya tenían una edad avanzada, combatieron cuerpo a cuerpo y que Seleuco ganó la batalla. Lisímaco murió durante el transcurso de la misma.