La
batalla de Crécy tuvo lugar el
26 de agosto de
1346 cerca de
Crécy, al norte de
Francia, y fue una de las
batallas más importantes y decisivas de la
guerra de los Cien Años. A causa del empleo de nuevas armas y tácticas, la batalla es vista por muchos historiadores como el principio del fin de la edad de la
caballería. Además, representa la primera de las tres grandes victorias inglesas en el prolongado conflicto.