Los fasces (masculino plural según enmienda de la vigésima tercera edición de la Real Academia Española, palabra plurale tantum proveniente del latínfascis, «haz», «manojo») o haz de lictores, eran la unión de 30 varas (generalmente de abedul u olmo, una por cada curia de la Antigua Roma), atadas de manera ritual con una cinta de cuero rojo formando un cilindro que sujeta un hacha común o un labrys.