El
feminismo filosófico es una corriente del feminismo que utiliza métodos del pensamiento filosófico para elaborar y progresar las causas vinculadas con el pensamiento feminista. Aunque se puede argumentar que la historia del pensamiento filosófico de la mujer occidental comienza en la
Antigüedad clásica, como la hace M.E. Waithe en
A History of Women Philosophers (llegando al siglo XVII, Waithe hace referencia a
sor Juana Inés de la Cruz, un citado ejemplo en el mundo hispanohablante), en general ha sido marginalizado por razones de discriminación hacia la mujer en el mundo de la filosofía canónica. Solo en los siglos XX y XXI, vinculado con la emancipación de la mujer en el ámbito educativo y laboral, surge una explosión de publicaciones que pueden ser llamadas
feministas y filosóficas. Esta línea de pensamiento ha sabido vincular los conceptos de
mujer y
filosofía desde un nuevo punto de vista. Tras las obras precursoras de otras filósofas como
Marie de Gournay, la
marquesa de Châtelet,
Olympe de Gouges y fundamentalmente
Mary Wollstonecraft, así como los ensayos
La secreta guerra de los sexos (1948) de la española
María Laffitte (
Condesa de Campo Alange), y
El segundo sexo (1949) de la francesa
Simone de Beauvoir consolidó, a mediados del siglo XX, el nacimiento de esta nueva corriente filosófica centrada en la mujer.