El
monóxido de carbono, también denominado óxido de carbono (II), gas carbonoso y anhídrido carbonoso (los dos últimos cada vez más en desuso), cuya fórmula química es
CO, es un
gas inodoro, incoloro y altamente
tóxico. Puede causar la
muerte cuando se respira en niveles elevados. Se produce por la combustión deficiente de sustancias como gas,
gasolina,
keroseno,
carbón,
petróleo,
tabaco o
madera. Las chimeneas, las calderas, los calentadores de agua o calefactores y los aparatos domésticos que queman combustible, como las estufas u hornallas de la cocina o los calentadores a
queroseno, también pueden producirlo si no están funcionando bien. Los vehículos con el motor encendido también lo despiden. También se puede encontrar en las atmósferas de las
estrellas de carbono.