La
revuelta jónica representó un episodio decisivo de la confrontación entre griegos y persas. Fue impulsada por
Aristágoras, el tirano de
Mileto, en el año
499 a. C. Constituyó el primer conflicto a gran escala entre ciudades griegas y el
Imperio persa. Muchas ciudades ocupadas por los persas en
Asia Menor y
Chipre se alzaron contra sus dominadores. Los insurrectos lograron tomar
Sardes pero el contraataque persa condujo a la derrota definitiva tras la
batalla naval de Lade y la ocupación de
Mileto en
494 a. C.