Un
ataque suicida es aquel en que el atacante sabe que casi con toda probabilidad morirá al realizarlo. Los ataques son normalmente llevados a cabo por individuos que tienen una motivación usualmente patriótica o religiosa y a veces una combinación de ambas (existe una posibilidad muy alta de que estos individuos hayan sido sometidos a un tipo de
manipulación mental o
lavado de cerebro), que le permiten superar las pautas impuestas por el instinto de autopreservación. A veces se utiliza la expresión
atentado suicida con el mismo significado.