Tortura médica describe la intervención y participación activa en ciertas ocasiones de los profesionales médicos en actos de tortura, ya sea para conocer lo que las víctimas puedan llegar a soportar, para aplicar los tratamientos que intensifiquen la tortura, o como tortura propiamente dicha. La tortura médica puede implicar el uso de los conocimientos médicos del profesional para facilitar el interrogatorio, el castigo corporal para experimentación humana o la autorización y aprobación de la tortura en prisioneros. El término también abarca experimentación científica (o pseudo-científica) sobre seres humanos reacios a tales prácticas.