Un
dios solar representa al
Sol o aspectos de él, como pueden ser los rayos solares. En la
mitología de muchas
culturas el Sol era un
dios; fue venerado a lo largo de la Historia en muchas civilizaciones, como la egipcia, la
mesopotámica, la
mexica, la
incaica, la china, la japonesa, la griega o en religiones como la hinduista. Se considera que el culto al Sol pudo ser el origen del
henoteísmo y, después, del
monoteísmo.