En la
mitología griega,
Estéropes (en
griego Στεροπης,
Steropês, ‘el que da el rayo’) formaba junto con
Brontes y
Arges la primera generación de
Cíclopes, hijos de
Urano y
Gea. Eran
gigantes con un solo ojo en mitad de la frente y un temperamento horrible, conocidos como buenos artesanos y constructores.