El
griego demótico o
dimotikí (en
griego δημοτική [γλώσσα] [ðimoti'ki] o [ðimoti'ci], 'lengua del pueblo') es la base y variedad más importante del
griego moderno. Este término se ha usado desde
1818 y se refiere en particular a la forma de la lengua que evolucionó naturalmente a partir del
griego antiguo, en oposición a la forma arcaizante artificial o
kazarévusa (en griego
καθαρεύουσα [kaθa'revusa]), que fue la norma oficial del estado hasta
1976. Las dos formas se complementaban mutuamente en un ejemplo típico de
diglosia hasta la resolución final del
debate lingüístico con la resolución a favor de la variante demótica.