El
signo lingüístico es una unidad lingüística que puede ser percibida por el ser humano mediante los sentidos y que permite imaginar otra realidad que no está presente. Es una construcción social que funciona dentro de un sistema lingüístico y que pone un "elemento" en lugar de otro. Como sistema, tiene la capacidad de aplicarse a sí mismo y de explicar los demás sistemas de signos; pero es importante advertir que en la
lingüística y en la
semiótica la teoría define al objeto, y por lo tanto el signo es consecuencia de una perspectiva
teórica.