El
culto es una de las manifestaciones
exotéricas (de caracter público) de una
religión, aunque algunas manifestaciones del mismo puedan estar reservadas a los
iniciados y, por ello, pertenecer al
esoterismo. El culto forma parte de las obligaciones cuya negligencia se califica como
impiedad. En las religiones no dogmáticas, la práctica de la ley reviste ese carácter exotérico.