Un extranjerismo es un vocablo o expresión que un idioma toma de otro, sea para llenar un vacío semántico o como alternativa a otras expresiones ya existentes en la lengua de destino o simplemente palabras de otros idiomas que hemos adoptado a lo largo de los años. Puede mantener su grafía y pronunciación original, en cuyo caso se lo llama propiamente barbarismo, o puede adaptarse a la lengua que lo acoge.