En
física moderna, el
fotón (en
griego φῶς
phōs (
gen. φωτός) 'luz', y -ón) es la
partícula elemental responsable de las manifestaciones
cuánticas del fenómeno
electromagnético. Es la
partícula portadora de todas las formas de radiación electromagnética, incluyendo los
rayos gamma, los
rayos X, la
luz ultravioleta, la luz visible (
espectro electromagnético), la
luz infrarroja, las
microondas y las
ondas de radio. El fotón tiene una
masa invariante cero, y viaja en el vacío con una velocidad constante
. Como todos los
cuantos, el fotón presenta tanto propiedades corpusculares como ondulatorias ("
dualidad onda-corpúsculo"). Se comporta como una onda en fenómenos como la
refracción que tiene lugar en una lente, o en la cancelación por interferencia destructiva de
ondas reflejadas; sin embargo, se comporta como una partícula cuando interactúa con la materia para transferir una cantidad fija de energía, que viene dada por la expresión: donde
h es la
constante de Planck,
c es la
velocidad de la luz, es la
longitud de onda y la frecuencia de la onda. Esto difiere de lo que ocurre con las ondas clásicas, que pueden ganar o perder cantidades arbitrarias de energía. Para la
luz visible, la energía portada por un fotón es de alrededor de 4×10
–19 julios; esta energía es suficiente para excitar un ojo y dar lugar a la visión.