La
geomorfología (del
griego Γηος [
gueos] ‘Tierra’, μορφή [
morfé] ‘forma’, y λόγος [
logos] ‘estudio’, ‘
conocimiento’) es una rama de la
geografía física y de la
geología que tiene como objeto el estudio de las
formas de la superficie terrestre enfocado a describir, entender su génesis y su actual comportamiento. Por su campo de estudio, la geomorfología tiene vinculaciones con otras
ciencias. Uno de los modelos geomorfológicos más popularizados explica que las formas de la superficie terrestre es el resultado de un balance dinámico —que evoluciona en el tiempo— entre procesos constructivos y destructivos, dinámica que se conoce de manera genérica como
ciclo geográfico. La geomorfología se centra en el estudio de las formas del relieve, pero dado que éstas son el resultado de la dinámica
litosférica en general integra, como
insumos, conocimientos de otras
ciencias de la Tierra, tales como la
climatología, la
hidrografía, la
pedología, la
glaciología, y también de otras ciencias, para abarcar la incidencia de fenómenos biológicos, geológicos y
antrópicos, en el relieve. La geomorfología es una ciencia relacionada tanto con la
geografía física como con la
geografía humana (por causa de los riesgos naturales y la relación hombre medio) y con la
geografía matemática (por causa de la topografía).