El
gaélico escocés (
Gàidhlig) es una lengua
indoeuropea de la
rama celta, miembro de las
lenguas goidélicas, que llegó a
Escocia alrededor del
siglo V, cuando los
escotos de
etnia celta y provenientes del norte de Irlanda se asentaron en la costa occidental, llevando una variedad del
irlandés antiguo que sustituyó a la antigua
lengua de los
pictos hablada en la zona hasta entonces. De ahí su similitud con el gaélico hablado en
Irlanda y la
Isla de Man. Más tarde, los préstamos lingüísticos procedentes de los
anglos y las invasiones
vikingas irían relegando cada vez más el idioma, hasta que alrededor del
1500, durante el reinado de
Jacobo IV, se crearon en las
islas Hébridas las cortes locales y las escuelas de
bardos, que fueron cuna del Sistema de Clanes de las Tierras altas y un refugio para la cultura y el idioma gaélico, fuertemente reprimido durante siglos.