El término
protestante es utilizado para referirse tanto a los grupos cristianos, que se separaron de la
Iglesia católica romana con la
Reforma Protestante del
siglo XVI, como a los desarrollos teológicos particulares de los reformadores y las iglesias resultantes de dicha Reforma (dentro de la cristiandad). El nombre
protestantes se comenzó a utilizar respecto de los partidarios de las ideas
luteranas de la Reforma en
Alemania a raíz de su protesta y resistencia a los edictos imperiales que intentaban buscar la uniformidad religiosa de Alemania, para otros, el apelativo se les atribuyó con ocasión de que los príncipes que seguían a Martín Lutero protestaron no poder concurrir a la junta de Spira en 1529, apelando al futuro concilio. La doctrina luterana (Algunos elementos centrales de las propuestas de Martín Lutero, además de en las 95 tesis del pasquín colocado en la puerta de la iglesia de Wittenberg, se presentan en sus obras: 'Catecismo Mayor', y: 'Los artículos de Esmalkalda'), giraría en torno a la idea de que la
Biblia es la única autoridad en materia de fe para la Iglesia y en la necesidad absoluta de la
gracia de Dios para que el hombre, mediante la sola
fe en
Cristo y el
Evangelio, pueda ser salvado por Dios en un acto de conversión interior. El protestantismo también defiende las doctrinas de la absoluta depravación del hombre y su necesidad total de Dios, la sola mediación de Cristo, la sacramentalidad única del
bautismo y la
cena del Señor (cuando no son percibidos como símbolos), y las obras buenas como fruto de la fe. Además, rechaza la autoridad del
papa, las
indulgencias, el
purgatorio, el sacrificio incruento de la misa, la devoción a los santos, la intercesión de los santos difuntos, etc.