El
síndrome de hiper-IgE, también llamado
síndrome de Job, es una
enfermedad genética de transmisión hereditaria que se incluye en el grupo de
inmunodeficiencias primarias por existir un déficit de
inmunidad presente desde el momento del nacimiento. Fue descrita por Buckley et al en 1972. Los síntomas principales consisten en la aparición de infecciones recurrentes,
abscesos en piel ocasionados por
estafilococos y
neumonías. El nivel de
inmunoglobulina E (
IgE) en sangre está aumentado. La enfermedad es heterogénea y existen dos formas reconocidas, en una de ellas la trasmisión en
autosómica dominante y en la otra
recesiva. El número de casos es muy reducido, por lo que se considera una enfermedad rara.