Una
sustancia simple es aquella
molécula que está formada por una sola clase de
átomo. Por ejemplo, el
dioxígeno, más conocido como oxigeno (O
2), y el
ozono (O
3) son sustancias simples, porque sus moléculas están formadas sólo por átomos de
oxígeno. Otro ejemplo lo constituyen el
diamante y el
grafito, que son sustancias simples por estar formadas por átomos de una única clase, los del elemento
carbono. Lo contrario a una sustancia simple es una sustancia compuesta o
compuesto.