Mediterráneo oriental es un concepto geográfico con implicaciones históricas y geopolíticas. Se refiere a la mitad
este del
mar Mediterráneo, así como a la mitad este de la
Cuenca del Mediterráneo. El punto de división con el
Mediterráneo occidental son los estrechos que separan el
sur de Europa a la altura de la
península itálica, las islas de
Sicilia y
Malta y el
norte de África a la altura de
Túnez. Pertenecen a esta región las islas del Mediterráneo oriental, las mayores
Creta y
Chipre, y gran número de islas menores (
Corfú,
Eubea,
Rodas,
Lesbos, etc.), muchas de ellas agrupadas en archipiélagos (
Dodecaneso,
Cícladas,
islas Jónicas,
islas Dálmatas, etc.); y amplias zonas continentales del sureste de
Europa (
península de los Balcanes, incluyendo su extremo sur, el
Peloponeso) y del oeste de
Asia (
península de Anatolia,
Levante mediterráneo) y noreste de
África (
Egipto y
Libia). Los mares en que se suele subdividir son los que tienen una mayor separación con el resto: el
mar Adriático y el
mar Egeo. El
estrecho de los Dardanelos y el
mar de Mármara separan el Mediterráneo oriental del
mar Negro y el
mar de Azov, que si bien forman una continuidad geográfica con el Mediterráneo, sus características especiales, tanto físicas como históricas suelen hacérselos considerar como entidades separadas. Por ejemplo, por el hecho de que es en estos mares donde desembocan la mayor parte de los grandes ríos europeos que avenan extensísimas cuencas (
Danubio,
Dnieper,
Dniéster,
Don); mientras que sólo el
Po lo hace en el Adriático. El
Nilo, a través de su gigantesco
delta es el principal río del Mediterráneo oriental, y el único gran río de África del norte. En la costa asiática destaca el
Orontes, mientras que el
Jordán desemboca en un mar interior (
mar Muerto). Otros accidentes geográficos destacados son el
golfo de Tarento, la
península Salentina, la
laguna de Venecia, el
golfo de Corinto, el
golfo de Salónica, y las penínsulas
Calcídicas.