El
griego moderno se considera la última etapa en la evolución del
idioma griego, y se corresponde a la variante de este idioma hablada desde la
Edad Moderna hasta la actualidad. Se toma simbólicamente como fecha de su surgimiento la
caída de Constantinopla (
1453), aunque dicha fecha no se corresponde con una frontera lingüística clara y muchas de las características
fonéticas modernas del idioma ya habían aparecido siglos antes. Durante gran parte de este tiempo, existió una situación de
diglosia, con diferentes
dialectos orales regionales al lado de formas escritas arcaicas. Durante los siglos
XIX y
XX fue importante la
polémica lingüística en torno a la variante popular o demótica (
dimotikí) y la culta arcaizante (
kazarévusa). El griego moderno actual está basado en la variante demótica y es la lengua oficial de
Grecia y
Chipre.