La
línea internacional de cambio de fecha es una línea imaginaria superficial
terrestre trazada sobre el
océano Pacífico y coincidente con el
meridiano 180°, aunque , por conveniencia de algunos países cuyo territorio atraviesa, la
hora legal o local y la fecha pueden ser la correspondiente al otro
hemisferio. Pasar de un lado al otro de la línea implica cambiar de
fecha, exactamente un día. En 1612, un historiador francés de nombre Nicolás Bergier vio la necesidad de tener un meridiano donde cambiase la fecha. Como en aquel momento el meridiano de referencia para la navegación era el de las islas Canarias, propuso el que se encontraba a 180° de ese meridano.