Un
árbol es una
planta perenne, de
tallo leñoso, que se ramifica a cierta altura del
suelo. El término hace referencia habitualmente a aquellas plantas cuya altura supera un determinado límite, diferente según las fuentes: dos
metros, tres metros, cinco metros o los seis metros en madura. Además, producen
ramas secundarias nuevas cada año, que parten de un único fuste o
tronco, con claro dominio apical, dando lugar a una nueva
copa separada del suelo. Algunos autores establecen un mínimo de 10 cm de diámetro en el tronco (la longitud de la circunferencia sería de unos 30 cm). Las plantas leñosas que no reúnen estas características por tener varios troncos o por ser de pequeño tamaño son consideradas
arbustos.