En la
mitología griega,
Érebo (en
griego antiguo Ἔρεβος
Érebos, ‘oscuridad’, ‘negrura’ o ‘sombra’) era un
dios primordial, personificación de la oscuridad y la sombra, que llenaba todos los rincones y agujeros del mundo. También se le llamaba
Skotos (Σκότος). Se decía que sus densas nieblas de oscuridad rodeaban los bordes del mundo y llenaban los sombríos lugares subterráneos. Era descendiente de
Caos solo, hermano de
Nix y padre con esta de
Éter ,
Hemera y
Dolos.