A los habitantes de Navarrete (villa de La Rioja) se les concedieron importantes “fueros”. De estos fueros viene el origen de utilizar el agua de los ríos de la zona y los aprovechamientos de pastos y leñas que tenía este pueblo en común con los vecinos. Es también el fuero la causa de sus mercados y su feria, y gracias a estos privilegios la villa alcanzó una gran importancia.