La tribu iliria de los ardieos es sometida por los romanos.
El rey de Macedonia, Demetrio II, muere. Su sobrino, Antígono III asciende al trono macedonio como regente por su medio-primo y el futuro rey Filipo V, quien sólo tiene diez años.
Preocupado por la expansión de Roma, Antígono III sigue una política de hacerse amigo de los ilirios, incluso aunque los griegos en la región apoyan a Roma en sofocar a los piratas ilirios.
La implicación de Roma en Iliria lleva al establecimiento de relaciones amistosas entre Roma y los enemigos de Macedonia: la Liga etolia y la Liga Aquea, que aprueban la supresión de la piratería iliria.