229 a. C.: la tribu iliria de los ardieos es sometida por los romanos.
229 a. C.: el rey de Macedonia, Demetrio II, muere. Su sobrino, Antígono III asciende al trono macedonio como regente por su medio-primo y el futuro rey Filipo V, quien sólo tiene diez años.
229 a. C.: preocupado por la expansión de Roma, Antígono III sigue una política de hacerse amigo de los ilirios, incluso aunque los griegos en la región apoyan a Roma en sofocar a los piratas ilirios.
229 a. C.: en Iliria, la implicación de Roma lleva al establecimiento de relaciones amistosas entre Roma y los enemigos de Macedonia: la Liga etolia y la Liga Aquea, que aprueban la supresión de la piratería iliria.
228 a. C.: la República romana y Cartago firman un tratado, en virtud del cual ambas partes se repartían la Península Ibérica, constituyendo la frontera el río Ebro como límite. Roma se quedaba con la zona norte y Cartago con la sur.
227 a. C.: en la actual Región de Murcia el general cartaginés Asdrúbal el Bello expele a los habitantes de una aldea ibérica o tartésica y la renombra Qart Hadasht (‘ciudad nueva’), que tras la conquista romana (209 a. C.) se llamará en latín Carthago Nova (actual Cartagena).
226 a. C.: en la isla de Rodas (Grecia) y aldeañas, un terremoto mata a miles de personas y destruye el Coloso de Rodas, que solo duró 66 años. La gran estatua de hierro (de 32 m de altura) recubierta en bronce quedará acostada sobre una colina, hasta que en el año 654 los sarracenos robarán el bronce.
225 a. C.: una coalición de tribus galas cisalpinas (taurinos, taurisces, insubrios, lingones, salasios, agones y boyos), reforzados por grandes números de aventureros transalpinos llamados gesatas (Gaesati), invaden Italia. Evitando a los romanos en Arimino, los galos cruzaron los Apeninos para entrar en Etruria, saqueando el país.
225 a. C.: para salir al encuentro de esta invasión, los romanos llamaron a los enemigos de los insubrios, los vénetos del Adriático, los patavinos, y los cenomanos, quienes rápidamente movilizaron fuerzas defensivas. Estos ejércitos estaban bajo el mando de los cónsulesLucio Emilio Papo y Gayo Atilio Régulo. Después de la Batalla de Fasulas (cerca de Montepulciano) entre los galos y un ejército romano pierden muchos hombres, las fuerzas romanas combinadas tienen éxito al sobrepasar a los galos y forzar a los invasores hacia la costa de Toscana.