Absolutismo español es una etiqueta de la
historiografía y de la
ciencia política que se aplica a diferentes contextos históricos y políticos:
La historiografía y el surgimiento del absolutismo
Algunos autores, especialmente los pertenecientes a la historiografía anglosajona, no hacen distinción entre diferentes grados en la formación de la
monarquía absoluta y utilizan el término para las monarquías de comienzos de la Edad Moderna o incluso finales de la Edad Media. Ese periodo, que en la historiografía francesa y española se suele denominar
Antiguo Régimen, está caracterizado por un incremento de la autoridad de los reyes. Aunque existió algún uso histórico del término (como la expresión
poderío real absoluto, utilizada por
Enrique III de Castilla -1393- y más frecuentemente por
Juan II de Castilla), tal uso reflejaba poco más que la pretensión de los
reyes de ser la fuente de la
ley, con grandes salvedades y limitaciones. Hasta el siglo XVII no se suele hablar de
absolutismo en estas tradiciones historiográficas, utilizándose denominaciones alternativas, como la de
monarquía autoritaria. La necesidad de mantener el ejercicio del poder real en
pacto con las instituciones de representación estamental (las
Cortes) permitió también la definición de estos
sistemas políticos como un
pactismo.