Aftermath —en
español:
Consecuencias— es el cuarto
álbum de estudio de
The Rolling Stones en el
Reino Unido y su sexto álbum en los
Estados Unidos, lanzado en
1966, el primero integrado exclusivamente por composiciones originales de
Mick Jagger y
Keith Richards, lo que demostró la consolidación artística y creativa de la banda. El álbum se destaca por su diversidad estilística e instrumental impulsada por
Brian Jones.
Aftermath fue editado en versiones diferentes en el
Reino Unido, donde alcanzó el puesto número 1, y en los
Estados Unidos, puesto número 2 y certificado platino. Esta práctica era habitual en la época. En
2002, la versión americana de
Aftermath fue ubicada en el puesto 108 en la
Lista de Rolling Stone de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.