Los
andrógenos son hormonas sexuales masculinas y corresponden a la
testosterona, la
androsterona y la
androstenediona. Los andrógenos son
hormonas esteroideas derivados del
ciclopentanoperhidrofenantreno, cuya función principal es estimular el desarrollo de los caracteres sexuales masculinos. Los andrógenos, básicamente la testosterona, son segregados por los
testículos, pero también por los
ovarios en la mujer (androstenediona) y por la
corteza suprarrenal de las
glándulas suprarrenales (principalmente dihidroepiandrosterona). En el hombre solamente el 10% de los andrógenos tienen un origen suprarrenal. Todos los andrógenos naturales son sacados esteroides del androstano (un núcleo tetracíclico de hidrocarburo de 19 átomos de carbono). Es también el precursor de todos los
estrógenos, las
hormonas sexuales femeninas, los andrógenos. El descubrimiento de los andrógenos se atribuye al fisiólogo y neurólogo mauriciano
Charles-Édouard Brown-Séquard, quien demostró en 1889 que la remoción de las glándulas suprarrenales producía la muerte, debido a la falta de hormonas esenciales. En 1935, Ernest Laqueur consiguió aislar e identificar químicamente la testosterona, además de contribuir al conocimiento de la fisiología, farmacología y clínica de las hormonas sexuales masculinas. A mediados de los años 1950 se produjeron muchos análogos de la testosterona, nandrolona y dihidrotestosterona, en un intento de obtener un
fármaco puramente
anabólico, pero ninguno de ellos lo demostró. Comenzó la era moderna del
dopaje en el deporte.