En la
mitología griega,
Artemisa o
Ártemis (en
griego antiguo Ἄρτεμις —
nominativo— o Ἀρτέμιδος —
genitivo—) fue una de las deidades más ampliamente veneradas y una de las más antiguas. Algunos investigadores creen que su nombre, y de hecho la propia diosa, era originalmente pregriega.
Homero alude a ella como
Artemis Agrotera, Potnia Theron, ‘Artemisa del terreno virgen, Señora de los Animales’. En el periodo clásico de la
mitología griega, Artemisa fue descrita a menudo como la hija de
Zeus y
Leto, y la hermana melliza de
Apolo. Fue la diosa helena de la caza, los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la
virginidad y las doncellas, que traía y aliviaba las enfermedades de las mujeres. A menudo se la representaba como una cazadora llevando un arco y flechas. El
ciervo y el
ciprés le estaban consagrados.