Los
ateromas son lesiones focales (características de la
ateroesclerosis) que se inician en la
capa más interna de una
arteria. El exceso de partículas de
lipoproteína de baja densidad (LDL) en el torrente sanguíneo se incrusta en la pared de la arteria. En respuesta, los
glóbulos blancos (
monocitos) llegan al sitio de la lesión, pegándose a las moléculas por adhesión. Este nuevo cuerpo formado es llevado al interior de la pared de la arteria por las
quimioquinas. Una vez dentro de la pared, los monocitos cubren la LDL para desecharla, pero si hay demasiada, se apiñan, volviéndose espumosos. Estas "células espumosas" reunidas en la pared del
vaso sanguíneo forman una veta de
grasa. Este es el inicio de la formación de la placa de ateroma.