En un principio, el
bailío o
baile era un agente de la administración real o señorial en un territorio determinado. El de categoría superior era «gran bailío de espada», que administraba justicia en nombre del rey o de un señor. Durante el
Antiguo Régimen francés, era el representante de la autoridad del rey o del príncipe, encargado de hacer aplicar la justicia y controlar la administración en su nombre.