Baker Street es una calle del distrito londinense de
Marylebone, en la
Ciudad de Westminster. Es conocida por su relación con el detective de ficción
Sherlock Holmes, que habitaba en la dirección ficticia
221B Baker Street. La calle fue llamada así por el constructor William Baker, quien la diseñó en el siglo XVIII. Originariamente fue una calle residencial de clase alta, pero ahora se encuentra ocupada principalmente por locales comerciales.