El
castillo de los Tres Reyes Magos del Morro, también conocido como
castillo del Morro, es el símbolo junto con el
Capitolio y la Giraldilla de
La Habana, trazado por el ingeniero Juan
Bautista Antonelli en
1585, su posición estratégica en un cerro fue reconocida casi tan pronto como el puerto de la Habana empezó a adquirir la importancia estratégica que tuvo en la colonia. En los años 90 se trabajó en el rescate y preservación del sistema de fortificaciones de la ciudad, pasando estas a desempeñar nuevas funciones. El castillo del Morro mantiene desde entonces una activa vida, sus salones funcionan como galería y en sus espacios una animada vida cultural no cesa. A su vez dos restaurantes (Los Doce Apóstoles y La Divina Pastora) y un bar se albergan en sus antiguas baterías con extraordinarios panoramas del litoral habanero.