Comunión Católico-Monárquica fue uno de los nombres del histórico
Partido Carlista que empezó a usarse, de manera conjunta con
Asociación Católico-Monárquica, en
1868 a raíz de la
Revolución de 1868 y la plena participación del Carlismo como partido en la política parlamentaria. Se empleó especialmente durante el
Sexenio Revolucionario, aunque la prensa carlista continuó utilizando dicho nombre a lo largo del siglo XIX y primer tercio del siglo XX para definir indistintamente a la organización junto con otros como
Comunión Tradicionalista, Partido Tradicionalista, Comunión Legitimista, Partido Legitimista, Comunión Carlista,
Partido Carlista y, entre los años 1909 y 1931, Comunión Jaimista o
Partido Jaimista.