La
Guerra de las Comunidades de Castilla fue el levantamiento armado de los denominados
comuneros, acaecido en la
Corona de Castilla desde el año
1520 hasta
1522, es decir, a comienzos del reinado de
Carlos I. Las ciudades protagonistas fueron las del interior castellano, situándose a la cabeza del alzamiento las de
Toledo y
Valladolid. Su carácter ha sido objeto de agitado debate historiográfico, con posturas y enfoques contradictorios. Así, algunos estudiosos califican la Guerra de las Comunidades como una revuelta antiseñorial; otros, como una de las primeras revoluciones burguesas de la
Era Moderna, y otra postura defiende que se trató más bien de un movimiento antifiscal y particularista, de índole medievalizante.