El
comunismo es una ideología social caracterizada por el control y planificación
colectiva de la vida comunitaria, la abolición de la
propiedad privada sobre el trabajo y los medios de producción, y la eliminación de las
clases sociales. La doctrina comunista, cuya base es la
colectivización de la propiedad, fue fundada por los pensadores
socialistas alemanes del siglo XIX
Karl Marx y
Friedrich Engels como una interpretación
revolucionaria de la historia: un permanente conflicto por el excedente material, cuyo inicio se debe a la aparición de la propiedad que pone fin al
comunismo primitivo y separa a la sociedad en clases de acuerdo a su forma de adquisición de recursos. Según el
marxismo, las diferentes
relaciones de producción que vinculan a los hombres requieren de la
explotación, y estas relaciones generan con el tiempo las condiciones para ser reemplazadas por otras formas de explotación superiores, en una secuencia revolucionaria de
modos de producción. Sin embargo, esta
lucha de clases se extingue luego de que su última etapa, la sociedad
capitalista, entra en una crisis interna que sólo puede resolverse a través de una revolución comunista. Para llegar a este fin debe organizarse un
partido comunista que conquiste el poder político estableciendo un período de
dictadura del proletariado hasta que desaparezcan las clases sociales y el
Estado pueda abolirse, aunque esta interpretación sólo es compartida en la actualidad por los
marxistas-leninistas.