El hoy desaparecido
convento de San Felipe el Real (denominado más abreviadamente como
San Felipe el Real) fue un antiguo convento
madrileño de
los monjes agustinos calzados, situado al comienzo de la
Calle Mayor de
Madrid, junto a la
Puerta del Sol. Construido entre los siglos XVI y XVII, estaba edificado sobre un gran pedestal (con perímetro protegido de barandillas) en el que se encontraba el más célebre
mentidero de la villa (las Gradas de San Felipe). Uno de sus huéspedes ilustres fue
Fray Luis de León. Se encontraba frente al
palacio de Oñate.