Cromford Mill fue la primera factoría impulsada mediante energía hidráulica. Fundada por Richard Arkwright en 1771 en Cromford (Derbyshire, Gran Bretaña) fue rápidamente imitada por muchos otras fábricas en Lancashire, Alemania y los Estados Unidos, formando la base de la inmensa fortuna de Arkwright. Constituye una pieza central de las Fábricas del valle del Derwent, que desde 2001 son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.