Un
cultivar es un grupo de plantas
seleccionadas artificialmente por diversos métodos a partir de un cultivo más variable, con el propósito de fijar en ellas
caracteres de importancia para el
obtentor que se mantengan tras la reproducción. Según define el
Código Internacional de Nomenclatura para Plantas Cultivadas, estos caracteres deben cumplir con los requisitos de ser
distintivos (que caractericen al cultivar, que lo diferencien de los demás),
homogéneos (que se encuentren en todas las plantas del cultivar) y
estables (que sean heredables). Luego de obtenido un cultivar, para ser aceptado como tal debe asignársele un nombre en acordancia con las reglas del Código, luego de lo cual se registra en el Registro Internacional de Cultivares correspondiente de los que se listan en el Código,. El nombre es útil para su comercialización y es obligatorio en el registro de marcas, que deben ser diferentes del nombre del cultivar, y en el registro de patentes para reclamar cualquier derecho de venta de semillas. En patentes y ciertas leyes tanto nacionales como internacionales se lo denomina 'variedad', siendo sinónimo del cultivar tal como se define en el Código (no son sinónimos en Taxonomía, donde no se debe confundir con el taxón
variedad que está por debajo de especie).