La
embajada es, en las fiestas de
Moros y Cristianos, una doble representación en la que intervienen pocos personajes, generalmente el
capitán, el embajador y un
centinela de cada bando. Se lleva a cabo en el marco de un
castillo, real o simulado y suele anteceder a la batalla de
arcabucería. Primero los
musulmanes solicitan la rendición de la plaza, produciéndose el rechazo y la posterior batalla, en la que éstos ganan. En el norte de la
provincia de Alicante la victoria musulmana suele representarse colocando una efigie, llamada
La Mahoma, en una torre del castillo. Posteriormente (el mismo día o varios días después, según el lugar) se invierten los papeles y son los
cristianos los que acuden al parlamento, con idéntico resultado y victoria final.